Soy la voz de quiénes le exigimos al Gobierno Nacional la formulación de una política de seguridad para desmantelar las estructuras multicrimen
Jairo Libreros panelista Hora20 de Caracol Radio
#SoyLaVoz · La Luciérnaga · Caracol Radio · 19.06.2024
Hola, les habla Jairo Libreros, profesor de la Universidad Externado de Colombia, y soy la voz de quiénes le exigimos al Gobierno Nacional la formulación de una política de seguridad para desmantelar las estructuras multicrimen que violan los Derechos Humanos e infringen el Derecho Internacional Humanitario.
A la vuelta de la esquina, en poco más de un mes, el gobierno del presidente Gustavo Petro cumplirá dos años en la Casa de Nariño. Y es cuando muchos colombianos nos preguntamos ¿dónde está la política de seguridad del gobierno del cambio? Si somos condescendientes digamos que está engavetada. Pero sí somos leales con la realidad sabemos que no existe.
Entre el 2019 y el 2024, según la Defensoría del Pueblo, el crecimiento de la presencia, influencia y violencia -sea esta selectiva o indiscriminada- de las disidencias de las FARC, del ELN y del Clan del Golfo se multiplicó. Hablamos de delitos de lesa humanidad, infracciones de guerra y crímenes transnacionales.
Revertir esta crisis humanitaria, o ese estado de cosas inconstitucionales en seguridad ciudadana -aun cuando la Corte Constitucional no la ha reconocido-, exige rectificar la marcha y un cambio estratégico en la Casa de Nariño. De un lado, voluntad política del Gobierno Nacional para reconocer que se equivocó al maniatar sin justificación alguna la libertad de acción de la Fuerza Pública.
Y del otro lado, empoderar a las fuerzas militares y a la policía nacional para que desgasten las estructuras multicrimen mediante rupturas sistémicas en su conducción terrorista, y por supuesto, fortalecer las capacidades del Estado en inteligencia policial y militar para contener, judicializar y desmantelar esos aparatos organizados de poder delictivo.
En conclusión, así suene a Perogrullo, necesitamos lo que no tenemos en Casa de Nariño: pensamiento estratégico, una política de seguridad y un ministro o ministra de defensa nacional.
