
Informe Anual de Seguridad 2024: ProBogotá
ProBogotá · Club El Nogal · 10.04.2025
Las notas de la discusión, que soportaron mis intervenciones, silencios, dudas y confirmaciones sobre el estado de cosas en materia de seguridad ciudadana en Bogotá son las siguientes:
– Alcaldía de Bogotá: En seguridad la escala local es débil, frágil: problemas de liderazgo, de gestión y de confianza en la administración distrital.
– Dificultades para obtener información pública de seguridad y convivencia ciudadana.
– Reformar Indumil: ¿control de armas?, noooooo, por ahí no es.
– 205 estructuras armadas en Bogotá -y creciendo, digo yo-…
– Falta de inversión en inteligencia, investigación y tecnología.

– Déficit de unidades policiales
Dicen un experto y un concejal de Bogotá que necesitamos 10 mil policías en Bogotá… La cifra solicitada o exigida en Cali, Valle del Cauca, es menor: 8 mil policiales (actualización 19.04.2025, Editorial El País Cali: 9 mil policías)* -bueno, algo no cuadra en las cifras numéricas o porcentuales de Bogotá y de Cali. Quizás, el estándar aplicado en una y en otra ciudad no está bien aplicado frente al dato poblacional-.
Sin duda el dato es importante a la luz de los referentes internacionales -300 policías por cada 100 mil habitantes: vigilancia del espacio público, Naciones Unidas-. Por este corte de cuentas es muy simple y no es una regla que permita mejorar la toma de decisiones sobre capacidades en talento humano -nacional, departamental o local-.
En los últimos 10 años, aproximadamente hablamos de una disminución de 50 mil colombianos inscritos en las escuelas de formación policial -niveles directivo y ejecutivo, así como de auxiliares de policía-, de manera especial varones. No quieren ser policías: no ven el oficio policial como una opción de vida o como una carrera, y las familias, círculos de apoyo y entornos sociales tampoco lo creen.
Dos encuestas recientes de 2022 y de 2024 -una no publicada- lo identifican con claridad. Trabajemos en el imaginario sociológico del policía y de la Policía. Las cifras de vinculación voluntaria se solucionarán si logramos un cambio en el imaginario policial, en su valía, en su vitalidad, en su importancia.
– ¿Control de armas
Estudiar en el informe el tipo de arma en las cifras de los homicidios -y en la comisión de otras modalidades delictivas en el período 2024-.

– ¿Qué hacer con Indumil?
Reformarla, claro, pero el control de armas es una iniciativa de política pública que pueden liderar los gobernadores departamentales o los alcaldes distritales y municipales, y es un asunto misional de la Policía Nacional -pero no constitucional, sino legal- en términos de las operaciones policiales, a menos que se cree una entidad pública para tal efecto (escribí hace años, muchos años, un paper sobre el tema -buscarlo-): por ahí está la salida.
¿Otra opción consiste en sacar a Indumil de la órbita de Mindefensa?
Demandaría una reforma de todo el sistema administrativo de defensa nacional. Mmmm, se puede…
– Dejamos de aplicar la ley: entornos de convivencia ciudadana.
– Extorsión
El tema sale en cuanto foro se realiza en el país. Y las modalidades se multiplican. Quejas por doquier, sin abordaje técnico. Narraciones sin fin que se pierden en el voz a voz. Se ha convertido en preocupación sin líneas de trabajo o proyectos de política publica.
Bueno, que la crisis de la vigilancia penitenciaria es la responsable del incremento de las extorsiones. Pero no es cierto. Según el estudio, encuesta o paper la variación en la escala aproximada es 7 a 10 -7 casos de extorsión personal, 3 casos de extorsión telefónica (llamadas desde la cárcel)-.
Si se queda en el plano policial, que es importante y sin duda misional, no vamos a avanzar en soluciones. Problemas de denuncia. Desconfianza en las autoridades de seguridad, defensa y justicia: poco hacemos.
– Gobernanza criminales vs. Gobernanza legítimas
¿Algún vencedor? La sola duda o el interrogante es una respuesta contundente y pavorosa.
– Los guardianes del orden, ¿qué son?
Del titulo salen muchas cosas, pero ninguna está relacionada con la convivencia ciudadana. Al contrario, evocan imaginarios tóxicos.
La extensión en la justificación conceptual son tan enrevesadas que confirman el problema de fondo: no tienen un objeto, actividades, funciones ni un resultado directo bien elaborado como solución de política pública -más aún en términos de fortalecimiento de las capacidades: ¿capacidades para qué? ¿Para quién? ¿Competencia policial o militar?
– ¿Tenemos institucionalidad para gestionar la convivencia ciudadana en los conjuntos cerrados? ¿Capital social?
– Aplicación de la ley en temas de convivencia: estudiar experiencias. Mockus-Peñalosa-Mockus. Y muchas más en América Latina.
– La tecnología como una herramienta para la aplicación o cumplimiento de la ley.
El problema de política pública es nuestro modelo de policía -continental, Constitución de 1991-, porque no se diseñó para tal efecto a diferencia de los servicios de policía anglosajones -realmente, EEUU-, que están soportados en el principio de cumplimiento de la ley: agencias locales de cumplimiento de la ley.
– Superintendencia de vigilancia y seguridad privada.
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Ideas -más elaboradas- de mis intervenciones:
Piloto distrital de control de armas -¿Liderado por ProBogotá?-. Si se escoge la metodología indicada: actividades y productos relacionados con el desmantelamiento de estructuras armadas.
Piloto en contra de la extorsión -Valle del Cauca-: diseñado pero en etapa de formulación. Publicar los dos borradores.
Escribir un paper: El oficio policial. El papel del policía en la sociedad. La sociedad como validadora de la figura policial. Y el policía en una democracia constitucional.
Superintendencia/Agencia/Servicio de control de armas.
Un sistema de gestores de convivencia ciudadana.
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* Actualización 19.04.2025:
Más policías para Cali -editorial- El País Cali. 19.04.2025: “Un requerimiento apenas lógico el del alcalde Eder, ya que la capital vallecaucana, con más de 2,3 millones de habitantes, no puede tener solamente 6700 uniformados.”. … “Expertos en seguridad argumentan que la capital del Valle del Cauca debería contar con al menos 9000 uniformados, ya que, además de las labores cotidianas de patrullaje, que incluyen distribuirse en turnos para custodiar la ciudad las 24 horas del día, ellos deben ocuparse de trabajos administrativos y de inteligencia.”. … “Ahora bien, a nivel departamental el panorama es parecido al de Cali, por lo que la Gobernación lanzó el programa Fuerza Joven por el Valle, una estrategia que este año busca sumar mil jóvenes de la región a la Policía y el Ejército. Uno de los incentivos es que se les dará un bono de consumo por un millón de pesos cada dos meses.“. …
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El documento en PDF de ProBogotá: