La intervención en política del general Zapateiro, comandante del Ejército

Jairo Libreros: profesor titular de seguridad y defensa nacional de la Universidad Externado de Colombia: Space -Twitter- a la columna del profesor Héctor Riveros (26.04.2022)

Buenas noches…

Un saludo al profesor Héctor Riveros y al doctor Rodrigo Uprimny, al equipo de la Silla Vacía y a quienes nos escuchan. 

En plena época de elecciones presidenciales, una de las tareas de análisis consisten en determinar cuáles son los retos de política pública que debe afrontar el futuro inquilino de la Casa de Nariño. 

En materia de seguridad y defensa nacional el principal reto es garantizar la subordinación de los fuerzas militares al poder civil. Ese tema, la subordinación, es analizado por el profesor Riveros en su columna.

¿Existe un estándar que permita valorar técnicamente cuando se rompe la subordinación de las fuerzas militares? En Colombia y en America Latina existen aproximaciones. La más clara es “La declaración sobre seguridad en las Américas” adoptada por los miembros de la OEA en 2003. 

Es el modelo norteamericano que consiste en monitorear el comportamiento de las fuerzas militares en los siguientes tres item’s: formación, capacidades y lealtad de las fuerzas militares a la democracia constitucional.

El tema de la formación es lo que se conoce como doctrina militar. Y aquí tenemos un problema inmenso por cuenta de las violaciones e infracciones a los DDHH y al DIH. 

Segundo, Capacidades. El primer gran escándalo en el sector defensa lo conocimos por cuenta del artículo de Nick Casey publicado en New York Times. 

Casey Revelo la directiva reservada liderada por el primer comandante del ejército de Duque, el general Nicasio Martínez. Muchos temas polémicos. Volvíamos al esquema de valoración del conteo de cuerpos, que terminó en los falsos positivos. Y otro tema, no menor, las operaciones militares se autorizaban, ya no con el 80% de confiabilidad y exactitud de inteligencia -Santos-, sino con el 50 al 60%. 

Y en el tema de la lealtad a la democracia, es precisamente la regla qué pasó por alto el general Zapateiro en sus declaraciones, que vulneran la garantía constitucional de neutralidad, porque la fuerza pública no es deliberante, y pone en tela de juicio la subordinación de los militares al poder civil. 

Desde la Constitución de 1991, solo en este cuatrienio, el del presidente Duque, se perdió esa subordinación, es decir, está en tela de juicio la condición del presidente como comandante supremo de las fuerzas armadas. 

Los tres ministros de defensa de Duque: Guillermo Botero, Carlos Holmes Trujillo y Diego Molano realmente han sido operadores de los militares, desconociendo que su rol como civiles a cargo de MinDefensa es uno completamente diferente. Pero ellos eran ministros. Quien tiene el rol de comandante supremo es Duque y no el comandante del Ejército. 

Jairo Libreros

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